Los Amos de México

Mi formación escolar tendió la mayor parte del tiempo hacia el socialismo. Como buen egresado de escuela pública, fui educado bajo la premisa que los liberales eran todos progresistas y buenos, y los conservadores eran todos, retrógradas, ignorantes y mal intencionados. Quizás fue por ello es que siempre consideré, durante mis años mozos, a los empresarios como explotadores de la noble y leal clase trabajadora mexicana; encomenderos modernos empeñados en enriquecerse de una manera inmoral, puesto que "la fuerza de trabajo" es la que genera los productos que el malvado empresario vende a precios de usura-

Por supuesto también fui anti yanqui: Estados Unidos de América significaba para mí, en la más tierna de mis mocedades, algo poco menos que demoniaco. El país gandaya y aprovechado de las naciones más vulnerables así como un gobierno dispuesto a meter sus narices donde no lo llaman siempre y cuando le reditúe en algún beneficio. Solía considerar al pueblo estadounidense como una masa de ignorantes, incultos y consumistas despreciables.

Estudiar administración de empresas (en una universidad pública, por cierto) así como algunas lecturas extremadamente liberales, me fueron de a poco cambiando la percepción de los malos y los buenos. En algún ensayo de Mario Vargas Llosa me he sentido identificado puesto que él definió el cambió de ideología desde su juventud a su madurez comparándolo con la línea editorial del diario francés Le Monde: de comunista pasó a considerarse más bien liberal en un sentido amplio: en lo económico, lo político y lo social.

Sigo pensando que el gobierno estadounidense hubiera podido ser menos aprovechado con algunos países débiles durante la segunda mitad del siglo XX, pero creo que hay mucho que admirarle al país y al pueblo americano (donde hay varios millones de migrantes de todo el mundo, México incluido): es cierto que Estados Unidos es un país eminentemente capitalista y mercantilista, pero el consumo genera riqueza, la riqueza un mejor nivel de vida y un mejor nivel de vida desemboca en bienestar social. Es sabido que la mayoría de los yanquis no son capaces de ubicar a Canadá en un mapa, pero también es cierto que las universidades norteamericanas son las que más conocimiento generan prácticamente todos los ámbitos.

Los Amos de México, libro coordinado por el tapatío Jorge Zepeda y escrito por una docena de plumas, busca retratar un perfil breve pero muy completo acerca de los empresarios más ricos ó influyentes en el país. No es un libro para arrojarle jitomatazos a los más ricos entre los ricos pero tampoco tiene el objetivo de ensalzar sus exitosas trayectorias como emprendedores. Es posible en éste libro seguirle la pista a éstos millonarios desde su más tierna edad: algunos fueron boleros, otros no eran estudiantes sobresalientes e incluso hay quién no terminó la siquiera la secundaria y hoy en día tiene una muchedumbre de empleados creando riqueza para él.

El libro vale la pena desde dos frentes: por un lado para inspirar a los que estén interesados en emprender algún negocio ya que son varias las historias de éxito de los once hombres y la mujer que son biografiados en el libro; hay numerosos ejemplos de empuje para llevar a buen puerto una idea, un proyecto innovador, incluso un sueño. Visión, tesón, liderazgo, constancia y disciplina son algunas de las virtudes que pueden ser enumeradas al leer éstos perfiles. El otro frente por el que el libro es interesante, es seguramente uno de los motivos por el cual ésta obra fue creada, ya que en todos éstos perfiles hay una constante que no se puede desdeñar y que se presume influyó favorablemente en algunos de los momentos más determinantes de los emporios aquí descritos: la relación de los empresarios con el poder. Prácticamente ninguno de los biografiados está exento de tener una buena relación (con favores incluidos) con Presidentes, Secretarios de Estado e incluso embajadores estadounidenses. Es por esa relación que el título de "Los Amos" no resulta exagerado para el libro, de otra forma se hubiera podido cambiar por "Los dueños de México"…